viernes, marzo 05, 2004

Nota sobre el show de Antonio Biravent en Mei el 9-08-03
"Hoy vinimos acústicos, íntimos, y a defender la canción". Esta fue la frase que, promediando el concierto, usó Antonio Birabent para definir su show en Mei este sábado. Y era necesario que se dijera algo al respecto. Birabent vino a Rosario a presentar un disco muy bien producido (con un sonido "moderno", influencias de Massive Attack, Ceratti -que participa-, Portishead) con solo tres guitarras acústicas.
Había dos opciones: o era una manera de disimular problemas "presupuestarios" o se buscaba la esencia de la canción. Elijo la segunda pero ¿quién dice que no me equivoco?
El show abrió con una versión folk de "Aminoácidos" que se bancó la ausencia de las guitarras distorsionadas y la velocidad que la cubren en el disco. Siguió con "Me fui con ella" y "Curvas", las dos guitarras que tocaban en ese momento (más tarde se incorporaría la tercera) hacían lo mismo: rasgaban como si estuviesen en una reunión de amigos. Tenía su encanto y apuntaba a desnudar la canción cada vez más. Pero pagando el alto precio de que el sonido por momentos se aplanaba tanto que sobre el escenario una sola guitarra hubiera bastado para conseguir el mismo resultado. Siguió así unos pocos temas más hasta que se incorporó la tercera guitarra y asomaron -sólo asomaron- algunos arreglos, mínimos pero efectivos de buen gusto. Y dos baladas hermosas ("Río en espiral" que en el cd lo canta junto a León Gieco y un nuevo tema, de su disco en preparación, demostraron que Antonio Birabent es capaz de hacer buenas melodías cuando quiere (y no siempre quiere) y que su voz está en un estado óptimo y se luce cuando la melodía se lo permite.
El show empezó a subir lentamente hasta llegar a las canciones que más pegaron en la gente: "Hoy" y el ya ¿clásico? "Salgo a caminar". Terminó con la promesa de retornar a Rosario con banda (así lo esperamos) para presentar "Buenos Aires", su próximo disco.
El lugar de arquitectura fashion y bien aporteñado (se confunde fácil con un boliche porteño) acompañó bien la onda indie-pop de Birabent. Las chicas se morían de ganas de besarlo y él se portó con frescura y sin pose de galán sobre el escenario.
Digno. Ese sería el mejor adjetivo que le cabe al recital de Antonio Birabent. Esperamos con ansia poder escucharlo con banda. No estuvo mal pero queremos más ... no es mucho pedir.

Marcelo Rossia (o Corso Gómez)

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