lunes, octubre 18, 2004

Nota sobre la actuación de Ely Guerra, Pericos y Café Tacuba en el Anfiteatro Humberto de Nito el sábado 16 de octubre del 2004

PRE

Arranca el sábado a la mañana con una lluvia que hacía presagiar lo peor. La gente de la organización tuvo que sortear los problemas del clima y,según nos enteraríamos después, así lo hizo.Al mediodía el viento limpió el cielo y la convicción de que el show se haría tranquilizó a los rosarinos que iríamos al Anfiteatro y que disfrutaríamos de escenario imponente. Pocos días antes nos habíamos enterado de que además de Pericos y Café Tacuba también actuaría ...

ELY GUERRA

Con un look afro la cantante mexicana mostró sus canciones nuevas y desconocidas para casi todo el público. Por estas tierras apenas se conocen sus aportes al disco de la película "Amores Perros" y al tributo de los Tigres del Norte (las excelentes "Dime cuando comenzó el dolor" y "La tumba falsa" respectivamente) y algunas otras cosas gracias al intercambio de archivos en la web. Su actuación sonó simpática y eléctrica y el público la escuchó con respeto. Era un tanto desenfrenado lo que pasaba arriba del escenario con respecto a lo de abajo pero Ely Guerra demostró que se banca reiniciar su carrera en este país siendo que en México ya va por su cuarto disco. Todos lo tomaban como un bonus track -bueno pero bonus track al fin- para lo que sería el plato fuerte de la noche: Café Tacuba. Todo era un preparativo para ese espectáculo. Después de todo en la entrada figura en letras grandes el nombre de Café Tacuba y, abajo, más pequeño el de ...

PERICOS

Cuando sonaron las gaitas que anunciaban la entrada de Pericos la mayoría nos preparábamos para ver por primera vez a Pericos sin Bahiano. Esperábamos hits, baile y entretenernos un poco. Y los casi veinte años de historia de este grupo nos demolió todos los prejuicios en sólo un instante. ¡Qué buen nivel el de esta banda! Fuimos tan tontos en pensar que la diversión es una cosa liviana y que Pericos ocuparían un lugar de paso nomás en la noche. ¡Qué equivocados estuvimos!
El sonido de Pericos es ahora mucho más rockero aunque también abre el juego a otros ritmos (salsa, soul, disco, punk californiano). Con reversiones de sus mejores canciones como "Jamaica Reggae", "Sin cadenas", "La hiena", "Su galán", "Monkey man", "Complicado y aturdido", "Waitin'", "Boulevard", "Nada que perder" fuimos dándonos cuenta de que las sabíamos de memoria, de que nos gustaban mucho más de lo que imaginábamos, de que podrían haber seguido tocando canciones "redonditas" durante un buen rato más porque afuera quedaron nada menos que "The ritual of Banana", "Me late", "Fronteras en América", "Eu vi chegar", "Parate y mira" y más, de que la diversión no era cosa de improvisados y de que no en vano pudieron tocar con figuras internacionales como Stewart Copeland, Rita Marley, UB40, Manu Chao.
La banda no solo ha retrabajado las canciones sino que despliega un nuevo mapa de citas que van desde "Another one bites the dust" de Queen hasta "Blitzkrieg bop" de The Ramones. Citas que irán definiendo el nuevo camino de este nuevo Pericos.
Como detalle extramusical queda agregar que también pudimos disfrutar de una banda que sale a escena a defender su lugar desde cero. Emocionaba ver a esos músicos que nos acompañan desde siempre tratando de seguir ocupando un lugar en nuestras vidas. Nada de matrimonios por conveniencia o mantenidos por rutina: Pericos quería renovar los votos de esa unión que secretamente -y hasta casi sin saberlo- hemos tenido con ellos.
Todos los presentes -y quien escribe- estaban exultantes de haber recibido tal regalo inesperado (repito: ¡que tontos fuimos en esperar menos!), por eso nos los dejó ir y los obligó a un bis que Pericos agradeció porque sabía que el público seguiría compartiendo sus canciones. "Bad Card" de Bob Marley fue el último bis como ofrenda a su estirpe reggae.
La verdad es que ya nos podíamos ir a casa, a pesar de que todavía faltaba la atracción principal de la noche. Costaba pensar en que otro grupo que no fuera Pericos cerrara la noche. Sin embargo estábamos ahí porque la entrada en letras bien grandes decía:

CAFE TACUBA

El escenario fue vaciándose. La gente de Ely Guerra se había llevado sus equipos. La "multitudinaria" formación de Pericos también. Los cuatro integrantes de Café Tacuba más el baterista invitado quedarían pequeños en tal vacío.
Y salieron nomás. El público los recibió bien pero con reticencia: a no olvidar ¡hacía sólo minutos había terminado el show increíble de Pericos! La primera canción de los mexicanos fue un símbolo de lo que sería su noche. La música como juego. Una breve melodía con una letra mínima: "1,2,3, probando". La prueba de sonido convertida en canción y gag. Ibamos sintonizando lentamente. "Cero y Uno", "Eo", "Mediodía" y "Eres" al hilo nos sirvió para entrar de lleno -ahora sí- al universo de Café Tacuba.
Como vienen haciéndolo desde hace tiempo, invitaron al violinista y guitarrista Alejandro Flores para esos aires folklóricos mexicanos (rancheras y corridos) que Café Tacuba ha reelaborado en sus canciones "Las flores" y "Ojalá que llueva café" (de Juan Luis Guerra y los 440)
Pero la noche hizo un quiebre a partir de "Ingrata". El histrionismo de los cuatro músicos de Ciudad Satélite y sobre de todo de Rubén Albarrán, que ahora se hace llamar Sizu Yantra (otro gag), fue llevando la noche a su apogeo. El escenario que temíamos les quede grande fue ocupado y habitado en cada rincón por estos cuatro músicos y sobre todo por los convulsivos bailes del cantante. Cada momento era la posibilidad de asombrar al público: el fade out y fade in de "Ingrata" (ese desaparecer-volver a aparecer), la arenga pseudo-rockera con tono de acto escolar mientras la banda susurraba un "Superstition" de Stevie Wonder con posterior entrega de palillos al público, los finales de cada canción (sin duda el aspecto más lúdico de la noche), el gorrito de gallo característico de "Dejate caer" más una coreografía muy simpática (que recordaba la de los Cadillacs en el video de "La vida"), la retirada diciendo: "ahora ustedes cumplen con el protocolo de pedir otra y nosotros con el de salir y hacer otra". Cada uno de estos momentos era festejado con aplausos por parte del público y con sonrisas por su parte. Se les notaba el goce de sorprendernos con cada cosa. Se les notaba que agradecían nuestra sorpresa. Y sobre todo, se les notaba que arriba la estaban pasando tan bien como nosotros abajo.
La iluminación fue otro factor poderosísimo en la puesta en escena de Café Tacuba. Muy bien marcados los momentos individuales y muy bien reforzados los ritmos con climas de luces. "Como te extraño mi amor" de Leo Dan cerró una de las noches más interesantes y enérgicas de Rosario.

POST

Era conmovedor ver las caras agradecidas de la gente. Por no mucho dinero habíamos participado de una gran noche. Conocimos a Ely Guerra. Bailamos y recordamos lo bien que nos llevábamos con Pericos y, de paso, les agradecimos que sigan a pesar de la deserción de Bahiano. Y para el cierre pudimos escuchar a una de las bandas más novedosas de los últimos tiempos y disfrutar su show (¡eso es un SHOW en al amplio y buen sentido de la palabra!).Buena música, humor, cosas nuevas, público entregado y agradecido: imagino que todos llegaron a sus casas y durmieron el sueños de los complacidos. Así lo hizo este notero.


|
Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com