viernes, marzo 05, 2004

Nota sobre la actuación de Coki De Bernardis en El Sótano el 11-12-03

La pregunta que trato, inútilmente, de responder es: ¿la originalidad es un valor importante en la música? ¿Es sólo otro factor más? ¿Lo define todo? ¿Existe? ¿Es posible? No me siento capacitado para responder a estas preguntas pero son cuestiones que se presentan al tratar de hablar del show que Coki De Bernardis dió el viernes pasado en El Sótano.
"White Stripes, White Stripes, White Stripes" es lo que sonó esa noche en la cabeza de cualquier persona que conozca a esta banda de Detroit, que toca sin bajista, que tienen un disco ("De Stijl") donde aparecen con ropa blanca (suelen hacerlo: alternan únicamente entre el rojo y el blanco), donde toca la batería una mujer (Meg White), de un toque agresivo, tosco y preciso.
Ahora bien: debo decir que Coki toca sin bajista, toda la banda se viste de blanco, toca la batería una mujer (Emiliana Arias) con un toque agresivo, tosco y preciso.
Sin poder responder -y responderme- sobre la cuestión de la originalidad es preciso admitir -y festejar- que la banda suena con una potencia abrumadora. La ausencia de bajo no perjudica a las canciones que, por ahí, recuperan lo que podría llegar a perderse con un antídoto a base de volumen y golpe. La presencia de Coki es fuerte: él se hace cargo del escenario y su banda lo acompaña bien. Además, ¿quién se anima a negarlo? Coki suele hacer buenas melodías cuando quiere olvidarse un poco de esas estrofas habladas a la Lou Reed y el público se prendió en los buenos momentos cantando a coro las letras. Juan Acuña (primera guitarra) fue contundente. Exagerado, sí, pero contundente, y sus solos y riffs fueron un plato fuerte de la noche.
Otra cuestión fue que una parte del público llegó a El Sótano con una esperanza y se volvió con una decepción. Era un secreto a voces que Fito Páez iba a aparecer en algún momento. Rumor alimentado por la presencia de Fito en Rosario. La gente tuvo que contentarse con la aparición en el escenario de Vandera y Bonzo Morelli. No es culpa de Coki.
Lo que se vivió en El Sótano fue una buena noche de rock & pop, con temas clásicos (no tan deformados o arruinados como Coki suele hacer) y temas de su nuevo disco aún en preparación ("Perdida").
La cuestión de la originalidad es para rumiarla un poco más. Después de todo: ¿Charly no le roba mucho a Marilyn Manson? ¿White Stripes no tiene mucho de The Kinks? ¿Existe un grupo, en algún punto de la historia, que no esté influido por alguien? En Coki hay una cuestión que no logro develar que oscila entre el exceso, la pose, el chiste, la jerga, la copia, el snobismo. Coki se me escapa: va delante mío. Y siempre haciendo buena música: ¿importa algo más que eso?

MARCELO ROSSIA

|
Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com