sábado, febrero 25, 2006

Nota sobre el show de The Broken Toys y The Tormentos en Willie Dixon

Los espectáculos de verano en Rosario suelen ser problemáticos y esas mesas de ping-pong y metegoles en medio de la pista del Willie Dixon son un síntoma clarísimo de esa desorientación. Así y todo las cosas siguen: The Broken Toys confía en sus seguidores y dobla la apuesta a favor de la música retro invitando en esta ocasión a The Tormentos (banda surfer de Buenos Aires).
La demora –lamentablemente ya clásica– de estos espectáculos hace que la mirada “antropológica” se pasee entre una fauna que recorre todas las posibilidades que van desde el jopo rockabilly hasta los accesorios punks de galería céntrica. Está bueno ver lo que lleva de producción (tiempo y dinero) cada vestimenta porque esta es la manera en que el público participa activamente en este tipo de shows. Y subrayo activamente porque este paisaje forma parte del show. Muy distinto sería ver el show repleto de gente con jeans y remeras, gente más aburrida como este cronista.
Luego de la espera el show abrió con la música de The Tormentos, un cuarteto de música surfer con muchas ganas de divertirse. Los gritos de su líder (Mr.M, el bajista) ponían en pie de guerra (o de baile) al público y exteriorizaban por otro lado la energía de esta música instrumental con claras influencias de bandas legendarias como The Ventures o Dick Dale. Esos típicos sonidos sixties (guitarra con mucha reverberación) pero pasados por el tamiz punk. El cover de Massacre Palestina, “Diferentes maneras”, es uno de esos puntos de cruce entre ambos géneros que el viernes mostró que lo retro está más actual que nunca y que puede seguir divirtiéndonos hoy mismo.
No había mucha gente en la noche pero la entrega al show de The Broken Toys era inversamente proporcional a la cantidad de público. Con el muy buen disco “Noches & Pecados” en su haber, se les nota que tienen hambre de hacer las cosas bien. Y lo logran. Mc. Fly no es un cantante que descolla pero pone tanto nervio a lo que hace que termina ganando por la pasión. Secundado por el hiperkinético Sebastián Delfino, que hace bailar a su contrabajo como loco, el show es un gasto de energía que se transforma en agradecimiento de los que disfrutan la música retro. Que festejan y conocen los hits de la banda: “Tu papi no sabe” o “Mueve tu cuerpo”.
Confieso no ser fanático de estos géneros y que a veces, por ignorancia, las canciones comienzan a sonarme iguales entre sí. Es cierto, pero también lo es el hecho de que The Broken Toys (y sus interesantes invitados) van creando un lugar musical en Rosario que tiene sus fans y que no esta cerrado, para nada., a quienes de vez en cuando nos gusta curiosear en otros mundos.

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